miércoles, 24 de julio de 2013

La droga me ha asesinado






 
 
 
 
 
 
 
 
   
Por favor… déjame en paz
Lárgate.

Ocupa tu tiempo en otra cosa, y déjame solo otra vez.
 
-¿A qué viene esa reacción?


A la lluvia… afuera llueve y detesto la lluvia.


-La lluvia pesada… ocurren tantas cosas cuando esta se deja caer, ¿te sientes muy mal, no es así, Norman?, ¿hay algo que pueda hacer por ti?


Me conformo tan solo con que en este momento… cierres la boca.

 
-No he movido los labios en un solo momento.


Entonces esfúmate, lárgate. He estado muy bien sin ti todo este tiempo… no quiero que regreses.



-¿Que yo regrese?... sí que te diste duro esta vez. Eres tú el que siempre vuelve por si no te has dado cuenta. Tú eres el que vuelve una y otra vez.


Quizás tengas razón… no lo había visto de esa manera. Gracias por ampliar mi espectro de visión, ahora por favor… solo vete.


-Está bien, me voy… pero antes déjame hablarte de una idea que he venido pensando. Es muy interesante, creo que te va a encantar dadas las circunstancias…


No te molestes, por favor lárgate.



-Si, lo haré, pero pon atención a esta idea, de veras te va a encantar… te lo aseguro, mira…

 
¡Largateeeee!, ¿Qué no entiendes que no te quiero escuchar?



-Sí que me doy cuenta, pero ¿acaso crees que me importa?

 
…...........



-Ahora, deja de llorar y pon atención ¿tu arma de servicio está al alcance de la mano verdad?
 
 
Ya sabes que sí.


-Y tienes el cartucho lleno… ¿verdad?



Ya sabes que sí.
 
 

-Asi es, ya lo sé… pero me interesa que tú lo sepas también. Bueno, tengo planes para ti el día de hoy. Créeme, sé que lo puedes hacer.



Jajaja… jaja… ¿Qué tienes planes para mí?



-Sí, ¿Qué es tan gracioso?

 
 
Jajaja, solo pensar que puedo servir para algo… tan solo mírame. No pierdas más tu tiempo ni el mío… cualquier plan que tengas para mí, yo no soy el elegido. Punto.


-Es muy simple. Cualquiera lo puede hacer… hasta un sucio pedazo de mugre podrida como tú, créeme. Simplemente tomas el arma, la pones en tu sien y ¡bang! Adiós a todos tus problemas. Te garantizo… que ya no regresarás más por aquí.

 
 
Jajajaja… que absurdo es esto, te apuesto a que no puedo.



-Te apuesto a que sí.



Jajajajaja, vamos a ver… jajajaja.

 

 Desperté en una camilla de hospital, lleno de sondas y mangueras enchufadas a mis venas. Cuatro días demoró mi desintoxicación por lo que dijeron los doctores. Esta vez la sobredosis casi me mata.

De no haber sido por Tom, yo no estaría vivo escribiendo esto. Entró a mi cuarto de hotel donde nos hospedábamos y me encontró tirado en el suelo riéndome como un desquiciado… me estaba apuntando a mí mismo con una pistola en la cabeza y parecía llevar una extraña conversación con mi propio reflejo…. en un espejo.




Ari comentario:  La droga me ha asesinado.


Norman Jayden

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