domingo, 20 de mayo de 2012

Tras la huella


 CAPITULO FINAL



   Dos oficiales de alto rango más dos guardaespaldas fueron masacrados de forma brutal, al parecer por un drogadicto debilucho y violador de mujeres llamado Pablo Neilman. Fuimos a ver Pablo Neilman, pero lo encontramos en su apartamento sin su corazón… aparentemente suicidio, algo posible pero muy poco probable. Parecíamos llegar a un callejón sin salida, pero una pista nos condujo a la casa de una prostituta llamada Sheila, al parecer Sheila y Pablo se conocían, tal vez no…fuimos a preguntarle, pero al llegar nos encontramos con otro cadáver, ahogado en la tina de baño…  la mujer llevaba 4 días muerta.

  Ya habían pasado más 2 horas y aún no dejaba que el equipo forense se llevara el cuerpo, dos horas de investigación ARI que no arrojaban absolutamente nada, salvo la data de muerte. No lo podía creer, esto no podía concluir ahí… buscamos en toda la casa y ni una miserable pista. Esa mujer Sheila, suicidio… pero ¿porqué?, no era posible… algo debía decirnos que fue asesinato ¡yo estaba seguro que era asesinato! Mis ojos, mis ojos comenzaban a sangrar nuevamente.



























-No… no… ¡no!, vamos Sheila háblame…- insistí una y otra vez junto a su cuerpo, analizándolo con ARI.- deja que tu cadáver me hable… ¿Qué relación tenias con Pablo Neilman?, esto no ha sido suicidio… data de muerte de 4 días… te suicidaste antes de que Pablo masacrara a los oficiales de gobierno, ¿tiene relación?, ¿para qué robaste esos libros de la biblioteca?...

  Mis ojos, mis náuseas, mi mareo… ya… ya casi no podía seguir. Tom puso su mano sobre mi hombro y me habló.

-Jayden, ya es suficiente…- me dijo con voz grave.- Ya está, vamos.


   Finalmente el equipo forense se llevó el cadáver de Sheila. Tom y yo quedamos en la casa de la mujer hasta después que el resto de los oficiales se fueron.  Salí del baño tras una leve dosis de Triptocaína y me dirigí a la sala de estar, allí se encontraba Tom sentado en uno de los sillones, ambos evidenciábamos un gran cansancio.

-¿Mejor?- me preguntó al verme venir un poco más compuesto.

-¿Te refieres a lo contrario de mal? Sí, estoy mejor.- le dije y me arrojé sobre otro sillón muerto de cansado.

   Ambos nos sentíamos bastante frustrados por lo que sucedía… un raro homicidio nos condujo a un hombre muerto, y este a su vez nos condujo a una prostituta también muerta. Para mí eso era imposible, muy poco probable. ¿Qué desición pudo haberlos llevado cometer suicidio?… y en el caso de Pablo ¿Cómo pudo ser que se arrancara el corazón el mismo? Ninguno de los dos intercambió palabra en ese rato hasta que de pronto la absurda melodía de un teléfono móvil llegó a nuestros oídos, una canción de los años ochenta para ser más específicos.

-No te preocupes, atiende…- me dijo Tom mirándome extrañado.- te prometo que no le diré a nadie de la terrible música que le has puesto a tu celular.

-No es mío, creí que era tuyo…- contesté.

  En ese momento ambos nos incorporamos de los sillones y nos quedamos en silencio para detectar el lugar de donde provenía la canción, era cerca, pero no podíamos determinarlo. De pronto comencé a levantar los cojines del sillón de en medio y allí se encontraba metido un teléfono celular rosado, colgando de él había un pequeño peluche. Lo cogí con guantes y atendí la llamada.

-Diga.

-Ahmm… ¿está Sheila?- preguntó una voz masculina desde el otro lado.

-No, ha salido. Habla su hermano…- dije.- Temo que no volverá hasta algunos días, pero me pidió que tomara sus recados.

-Oh… bueno…- el hombre pareció dudar un poco. Tom me miraba en silencio, ambos sabíamos que esta chance no podíamos arruinarla.- está bien, ¿le puede decir que ha llamado el señor Collins?, necesito despejar la bodega que me arrendó hasta el viernes pasado. No puedo seguir esperándola más tiempo.

-Ah era eso…- le dije rápidamente.- déme la dirección, Sheila me pidió que fuera mañana por la tarde a resolver el asunto.


    El hombre nos dio la dirección y aquella misma noche con Tom nos dirigimos al lugar. Se trataba de un depósito lleno de bodegas que suelen alquilarse para gente que tiene muchos cachivaches en casa. El señor Collins se sorprendió bastante con nuestra presencia, le explicamos que era parte de una investigación federal y que necesitábamos ver lo que había en aquella bodega.

-Dios santo… no sabía que esa mujer estaba en un lío federal…- nos dijo Collins mientras nos conducía a la bodega en cuestión.- De todas formas yo no sabía que pensar sobre ella, siempre actuó un poco raro ¿sabe?, su forma de hablar y de comportarse… era muy extraño.

-¿A que se refiere?- preguntó Tom.
-Era una mujer muy amable, pero su acento… hablaba con un raro acento.

  Finalmente llegamos al lugar y Collins comenzó a abrir los candados.

-Si sale Godzilla desde el interior, quiero que estés listo, ¿ok?- le dije a Tom.- A estas alturas ya no sé que esperar.

   Finalmente la cortina de aluminio se abrió y en el interior se encontraban pocas cosas de interés, pero lo verdaderamente curioso e interesante eran dos grandes libros que lucían como verdaderas enciclopedias, escritas a mano. Ambos tomos se encontraban en estuches de algo parecido al metal, pero no era eso exactamente, su contenido estaba en nuestro idioma y eran hojas y hojas de información acerca del cuerpo humano y la biología de los seres vivos.

-Vi que trajo varios libros de esos…- nos dijo Collins  indicándonos los dos enormes tomos.- pero luego se los fue llevando de a poco. Me dijo que no podía venir más seguido porque vivía sola y el viaje en automóvil era muy largo desde Sentinel Island…

-¿Sentinel Island?- pregunté.- Sheila vivía cerca del distrito norte, ¿está seguro que le dijo Sentinel Island?

-Sí, sí… estoy seguro.- contestó el hombre haciendo memoria.- Cuando me alquiló la bodega me dio esa dirección en el distrito norte, pero aquella vez que hablamos se me quedó muy grabado en la memoria que me dijo Sentinel Island, esquina Cherry. Por eso es que lo recuerdo tan claramente… a partir de ahí algo, no sé, se me hizo raro.

  Con Tom nos miramos. Otra dirección, otra conducta sospechosa, otra relación con libros de ciencia. El caso no parecía terminar nunca.

-¿Qué hora es?- le pregunté a Tom cuando volvíamos al automóvil con los dos grandes libros.

-Van a ser las 10 de la noche, es temprano.

-Sí, ¿preparado para ir a Sentinel Island?- le pregunté.

-Por supuesto, muero de ganas por saber en qué termina esto.


   Tras un largo viaje llegamos al fin a Sentinel Island, esquina Cherry. En el lugar se emplazaba una casona de apariencia abandonada. Nada hacía sospechar que alguien pudo vivir ahí alguna vez. Decidí entrar a inspeccionar y le pedí a Tom que se quedara en el automóvil por si sucedía algo extraño afuera, el muchacho rezongó, pero ya estaba acostumbrado a su actitud. No sé porqué motivo entré a la casona con los dos grandes tomos bajo mi brazo. Entré por la abertura de una ventana tapiada, adentro reinaba la oscuridad y el olor a humedad en el material desvencijado. Un primario vistazo con mi linterna me hizo ver que no había absolutamente nada allí, todo era viejo y las paredes agrietadas parecían no ocultar nada. De pronto una escalera hacia un sótano se interpuso en mi camino, descendí con mucho cuidado hasta que llegué a una puerta de madera. Quise abrirla, pero se encontraba cerrada por dentro… ¿por qué razón?
-¿Hola?, ¿hay alguien ahí?- pregunté a media voz. Las probabilidades de que alguien estuviera allí dentro eran prácticamente nulas. Sin embargo mi curiosidad y mis ganas de cerrar el caso fueron más fuertes. Tras cuatro fuertes  patadas la puerta de madera cedió y ante mí se abrió la penumbra total, todo era negro, una oscuridad casi tangible. Confiado con mi linterna me seguí adentrando en las profundidades de aquella casa, más específicamente de su sótano hasta que me encontré con otra puerta cerrada, era con la que acababa el recorrido. Dudé por un par de minutos si debía seguir adelante, no tenía idea si iba a encontrar algo tras esa última puerta, pero el pensamiento de que quizás toda la verdad estuviera allí… me hizo continuar.

   Abrí la puerta con dos balazos en su cerrojo, entré con cautela y pude ver una tenue luz al otro lado de un enorme ropero viejo y sucio… con mucho cuidado me di la vuelta y allí estaba… él… o esa cosa… ya no estoy seguro.




























   Arrinconado, junto a una ventana donde la pálida luna le iluminaba, se encontraba un sujeto de ojos vendados… permanecía encadenado al suelo y a su alrededor se encontraban más tomos apilados como los que traía yo bajo el brazo.

-Hola…- me dijo de pronto.

-Soy Norman Jayden, agente del FBI…- contesté.- creo que tengo algo que es suyo…- le dije refiriéndome a los dos grandes tomos que traía bajo el brazo.- Le debo pedir que me responda unas preguntas…

-No es necesario… lo sé todo.- me dijo con un extraño acento, recordé lo que había dicho Collins sobre el modo de hablar de Sheila.- Sé lo que quieres saber y te prometo que te enterarás de la verdad… la luna está hermosa hoy ¿no es así?

-Tú dices eso, pero estás vendado de ojos.

-Pero la pudo sentir, por eso es que estoy en este lugar junto a la ventana… ella me baña todas las noches con su pálida luz, me alimenta…

   Caminé hacia la pila de tomos que se encontraban a un costado y analicé algunos de los enormes libros. Había uno que contaba la historia de la tierra desde sus orígenes, otro sobre biología marina, etc. Finalmente le pregunté:

-¿Conoces a Sheila?, era  una prostituta.

-Sí, la conocí… a ella y al drogadicto llamado Pablo Neilman.- me respondió otra vez con ese extraño acento.- Te preguntarás cuál es mi relación con ellos, bueno, poseí el cuerpo de Sheila durante varias semanas…  no fue fácil acostumbrarme a ser libre, ya sabes, mover los brazos, piernas, caminar, correr, etc. como ves permanezco encadenado. Una vez que logré controlar las funciones motrices y a acostumbrarme a aquel cuerpo pude recién salir de su casa. No podía manejar bien las cuerdas vocales humanas por lo que muchos días no hablé con nadie, pero luego me atreví a ocupar la voz con ella. Durante ese periodo comencé a cumplir mi castigo… comencé a recolectar toda la información posible sobre este planeta y a escribirla en grandes tomos… lamentablemente no puedo permanecer mucho tiempo en el cuerpo de alguien, previendo aquel inconveniente opté por abandonar a Sheila y seguir mi tarea en el cuerpo de Pablo. Lamentablemente para quienes poseo… ellos son testigos mudos de todos mis actos y absolutamente conscientes de mi presencia, una vez yéndome de sus cuerpos ellos vuelven a su estado normal recordándolo todo y con mucha información sobre mí, comprenderás entonces porqué debí asesinarlos antes de abandonarles… fueron suicidios poco ortodoxos, pero la prisa muchas veces no te permite razonar… En fin, una vez en el cuerpo de Pablo continué entonces con la tarea, tomé los libros que con ella había robado de la biblioteca y proseguí con mi labor en ese nuevo cuerpo. Estudié y transcribí muchos libros, detective Jayden. Sobre historia, biología, la química de este planeta… sus pensadores, de cómo ustedes ven la astronomía y al universo… todo ello es valiosa información para nosotros. Cuando quise averiguar sobre poderío militar y sistemas de defensa… pues, tuve ese traspié con aquellos oficiales que no les gustó mucho mi intromisión, jamás quise asesinarles de forma tan grotesca y deliberada, pero… ahora que lo pienso me interesó mucho saber como era el cuerpo humano por dentro, conocer la sangre, sus intestinos, saborear sus órganos, etc. No soy más distinto que un científico que abre una rata y la investiga.

  Me quede mudo por unos instantes, no me atrevía a pronunciar palabra alguna. Pensé que se trataba de un orate, pero conocía muchos detalles como para haber permanecido encerrado siempre en aquel sótano. Mi cabeza estaba comenzando a dar vueltas…

-Por cierto, le agradezco que me haya traído esos dos tomos, detective Jayden.- continuó diciéndome.- Biología de los seres vivos y análisis del cuerpo humano. Quienes me castigaron van a estar bastante satisfechos con mi trabajo.

-¿Castigado?, ¿Quiénes y porqué te han castigado?- le pregunté finalmente.

-Mi raza es una raza sumamente estricta…similar a la de ustedes, cuando alguien comete una falta es castigado. Nosotros llevamos millones de años estudiando la galaxia y los planetas. Vamos de mundo en mundo aprendiendo sobre distintas civilizaciones... la mayor parte de esta labor la hacían nuestros historiadores, pero cuando se dieron cuenta de las pellejerías y de las extremas condiciones que debían sortear para cumplir con esta labor pues… decidieron castigar de esta forma a quienes cometieran ciertas… “cosas malas” allá en mi mundo… Como ya le he dicho, no podemos permanecer mucho tiempo en el cuerpo de algún individuo, nuestras energías se acaban y debemos volver rápidamente a un lugar donde la luz de la luna nos bañe todas las noches, salvo si se trata de un cuerpo residente, como en este caso… verá, usted en este instante está viendo a un hombre hablándole ¿no es así?, bueno… este es un cuerpo residente… a duras penas nos podemos mover de él y debemos asegurarnos de que  se encuentre atado o amarrado a un lugar donde la luz lunar le alimente. Si usted conociera mi verdadera apariencia… moriría de la impresión, se lo aseguro, pero mi cuerpo real esta hibernando en una cámara de descanso, inerte… allá en casa… a millones de años en el futuro… en el espacio-tiempo… oh…. Hogar…. Y usted, detective Jayden… puede venir cuando quiera a verme… antes de mi partida, demás está decirle que jamás le permitiré que revele mi presencia… eso jamás, ya le he dicho que fui castigado… eso quiere decir… que soy lo opuesto de “bueno”… ahora debo cerrar mis ojos… estoy tan… can… sado… Daisy… daisy… give me your answer do…


   Finalmente el sujeto se calló la boca y yo… yo me desmayé.


  Tom me recogió en el patio trasero de la casa, fue a buscarme al ver que me tardaba más de lo acordado. Faltaban ambos tomos que había llevado bajo el brazo, pero le dije que los iría a buscar al día siguiente, que salí rápido porque otra crisis nerviosa me había invadido de un momento a otro. La mentira me la creyó a medias, pero así es él. Han pasado varios días y el caso se estancó, lo tengo allí… archivado, en espera. Mientras que en aquel sótano, de aquella casa abandonada… un extraño ser respira… y aguarda.








ARI comentario: Quizás algún día vuelva a verle...

Norman Jayden

sábado, 12 de mayo de 2012

Tras la huella

















Dos altos oficiales con sus respectivos guardaespaldas fueron masacrados de forma brutal. Toda la habitación se encontraba decorada con sangre, huesos, trozos de piel, etc.

-ARI comentario: todas las víctimas son oficiales de gobierno, hombres experimentados en defensa personal y el manejo de armas…- dije mientras chequeba lo poco y nada que quedaba de sus cuerpos.- Y a pesar de eso no fueron mayor obstáculo para el agresor…



























-¿Alguna idea de cómo sucedieron las cosas?- me preguntó Tom de brazos cruzados. Estaba serio pues no le gusta cuando le hago esperar.

-Parece un ataque a mano limpia… común y simple. Es difícil de creer, pero toda la evidencia muestra eso. Es como si un hombre de 100 kilos se ensañara y descuartizara cuatro pollos con sus propias manos.

-Es eso o tus anteojos ya no funcionan…

-Ojalá fuera lo segundo.- contesté y me puse de pié junto al muchacho.- Hay otras huellas digitales, ARI ya las ha analizado y tenemos un nombre: Pablo Neilman. Un sujeto drogadicto que estuvo 12 años en prisión por el robo y violación a una mujer. Actualmente vive en los suburbios… vive del microtráfico.

-Entonces ese es nuestro hombre ¿verdad?

-Así parece, pero no veo la conexión con estos dos oficiales…- le dije un tanto sorprendido.

-Será una de las primeras cosas que le vamos a preguntar ¡andando!

   Dos patrullas nos acompañaron. Era ya entrada la madrugada y pedí aún más refuerzos, pues si un hombre como Pablo le había hecho eso a dos altos oficiales de gobierno y a sus guardaespaldas… era como para tener cuidado.

-Vas muy callado, Jayden.- me dijo Tom, quien conducía a toda velocidad por la autopista.- En vez de alegrarte, ya tenemos al sospechoso identificado.

-Me resulta muy extraño… Pablo pesa apenas 55 kilos, salió de la cárcel hecho casi un cadáver.

   Finalmente llegamos a los suburbios, derecho al destartalado edificio de apartamentos donde Pablo vivía desde hacía dos meses tras haber salido de la cárcel. Irrumpimos de forma violenta en el lugar,… y tal como más o menos lo sospechaba… Pablo Neilman se encontraba muerto, tendido sobre un largo sillón con una profunda herida en su  pecho.

-ARI comentario: El cadáver presenta una obertura en el costado izquierdo de su pecho…- dije sin perder más tiempo, con mi guante y mis anteojos puestos.- falta su corazón… que se encuentra  aproximadamente a dos metros de distancia. Todo indica que él mismo se lo quitó y lo aventó lejos antes de caer muerto en el sillón.

-Uf, ¿Qué pretendía? – Preguntó Tom desconcertado.-¿porqué no mejor cortarse las venas en una tina llena de agua tibia?, nada como la “vieja escuela”.

  Registramos todo el apartamento, no había mucho que registrar… Pablo había vendido casi todos los muebles para conseguir droga, solo se encontraba el sillón largo y una colchoneta sucia con dos frazadas. Ni una sola huella ajena a las de Pablo en todo el lugar, lo que nos complicaba aún más la investigación.

-Hey, Jaiden…- me dijo de pronto Tom iluminando con su linterna un cerro de libros y revistas apiladas en un rincón.- Un montón de pornografía barata, el paraíso de un hombre… si quieres nos repartimos el botín ¿eh?

-No todo es pornografía, mira esos libros…- contesté pasando por alto su grueso sentido del humor.- ¿libros de historia y del espacio?, un poco fuera de lugar…

-Puede ser, ¿por qué se pondría a leer sobre esto?

-Quizás no lo hizo…- contesté.- Puede haberlos robado y planeaba venderlos para conseguir más droga, son libros caros… de biblioteca. Mañana pediremos un registro a todas las bibliotecas de la ciudad a ver si faltan estos.

  Al día siguiente continuamos la investigación. Obtuve un perfil psicológico de Pablo Neilman gracias a la base de datos del FBI en colaboración también con la CIA y el programa estratégico que tienen en la red social de Facebook, todo su historial, las cosas que publicaba, las charlas que tuvo, sus gustos, actividades, intereses, etc. Como Pablo no tuvo mayor acceso a Internet en él último tiempo, esta información no era mucha, sin embargo bastaba para reafirmarnos que tuvo comportamientos bastante erráticos durante sus últimos días de vida. Algunos vecinos declararon que se había vuelto particularmente estudioso, encerrado siempre en su destartalado apartamento y poco sociable. Una vecina declaró que Pablo generalmente por las tardes se quedaba mirando los árboles y cómo la brisa los meneaba suavemente, muchos decían que anotaba todo en una libreta… libreta que no habíamos encontrado en su apartamento. Todos los libros que encontramos, tanto los de historia como los de ciencia espacial se encontraban subrayados en algunas partes y algunas secciones tenían apuntes, pero tales apuntes no coincidían con la caligrafía de Pablo, así que no pudimos conectar aquella evidencia a él.

   Tom entró a mi oficina, traía un montón de archivos y carpetas… las autoridades nos estaban presionando demasiado para resolver el caso antes de que detalles más escabrosos se filtraran a la prensa.

-Hola, ya vine.- me dijo dejando el montón de papeleo sobre mi escritorio.- Tengo algo.

-¿Qué cosa?- pregunté.

-Hay tres libros que fueron robados de una biblioteca, Uno es el enorme tomo que hay sobre la historia y cultura de África y los otros dos son aquellos de Carl Sagan que hablan sobre la búsqueda de inteligencia en el cosmos. La biblioteca de la ciudad hizo la denuncia hace seis meses.

-Imposible…- repliqué levantándome de mi silla.- Pablo Neilman salió de prisión hace tan solo dos meses.

-Cierto… es solo que…- Tom hizo una breve pausa.- Quien los robó de la biblioteca no fue Pablo, sino una mujer llamada Sheila… una… prostituta.

-¿Tres de todos los libros que encontramos en el apartamento de Pablo fueron robados anteriormente por una prostituta?

-Así es, un drogadicto y una prostituta se interesan por ciencia espacial e historia… ¿Qué sigue?, ¿vagabundos leyendo a Física nuclear?

-Esa mujer… Sheila puede ayudarnos, ella nos podrá decir porqué robó esos libros, seguramente fue para entregárselos después a Pablo.

-Pero, ¿porqué?- preguntó el chico.

-Se lo preguntaremos…- le dije poniéndome encima mi abrigo.- ahora ya sé porque los apuntes en esos libros no son de la caligrafía de Pablo, esos apuntes los hizo ella.

  De inmediato nos dirigimos con Tom a ver a Sheila. Vivía en un sector de clase media al otro lado de la ciudad, en un condominio nuevo con casas aisladas. Tardamos casi una hora en llegar al lugar. El cielo estaba gris, casi estaba a punto de llover… me hizo acordar a aquel lugar donde no dejó de llover por varios días…

  Llamamos a la puerta varias veces, pero no hubo respuesta… el viaje había sido demasiado largo como para bajar los brazos y volver otro día, así que esperaríamos a que ella volviera si es que había salido. Optamos por rodear la casa y chequear la parte posterior, al llegar al patio trasero nos fijamos en un leve olor fétido… me asomé a una de las ventanas y pude ver un montón de loza sin lavar en el fregadero de la cocina.

-Uh, ¿y ese olor?- me preguntó Tom.

-No lo sé…- respondí un poco preocupado.- Quizás sean esos platos sin lavar.

-Este es el punto donde tu respuesta no nos deja tranquilos y decidimos entrar a la fuerza…-me contestó Tom.

   No me gustaba la idea de forzar la puerta, no en ese momento, no sin orden ni nada parecido. La perspicacia del muchacho me contagió y también temí lo peor. Tras pensarlo por algunos minutos finalmente accedí. Contamos hasta tres y ambos de una patada logramos romper el picaporte de la puerta trasera. Al entrar, una bofetada de aire fétido y enrarecido nos golpeó a ambos en la cara… definitivamente no se trataba de los platos. Desenfundamos nuestras armas y nos adentramos en la casa con mucha cautela. Creo que ambos ya esperábamos encontrar lo que encontramos, sin embargo no nos preparamos lo suficiente, nunca lo hacemos… pero allí en el baño, se encontraba el cadáver de Sheila, permanecía arrodillada junto a la bañera con su cabeza hundida en la tina repleta de agua.

-Mierda… ¿qué está pasando aquí?- preguntó Tom asombrado.- ¿ahora qué sigue?

-Es hora de utilizar ARI…- contesté.




















Próximamente CAPITULO 2









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miércoles, 2 de mayo de 2012

Universo extraño
















-Marte… lindo planeta. Me pregunto si las cosas allá fueron alguna vez como aquí en la tierra. Bueno, me basta con tan solo quedarme viendo este tranquilo y hermoso paisaje para relajarme un momento…

  Mis planes solo duraron unos cuantos segundos, Katy, una colega del departamento forense, irrumpió en la oficina. Es una buena chica, pero demasiado obstinada.

-Norman, ¿qué diablos sucede?- me preguntó inquisitivamente.- ¿es cierto que el cadáver de Jamie aún está en la morgue?

-Tan cierto como que el sol sale cada mañana, Katy…

-Hey, hablo en serio ¡quítate esos estupidos anteojos, por favor!

    Lenta y pausadamente me quité los anteojos. Luego volví la silla y quedé frente a ella. Yo comprendía perfectamente porque se encontraba tan molesta, solo que en aquel momento no tenía ánimos de dar explicaciones… y es que la explicación era punto menos que una locura.

-¿Contenta?, me sacaste del planeta Marte.- le dije al fin.

-Solo quiero saber sobre  Sara, ya sabes… esa chica de 18 años que el día 16 de octubre no hizo nada más que asesinar a su mejor amiga a golpes para luego decapitarla, cortarla en trocitos y desfigurarla....- me preguntó en tono irónico.

  Katy debía saber la verdad, así que luego de reflexionar por un par de segundos le pedí que cerrara la puerta del despacho y se sentara sobre uno de los sillones de la oficina. Acto seguido pasé a explicarle.

-Katy, voy a contarte que fue lo que sucedió tal y como pasaron las cosas, pero prométeme que al acabar no me harás ninguna pregunta… porque simplemente no tengo la más remota idea, ¿está claro?- Ella asintió con la cabeza, y yo me dispuse a narrar lo sucedido- Bien… veamos…

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-Veamos, mujer blanca de 17 años de edad… muerta a golpes. Contusiones de profundidad en su cráneo, su cerebro se volvió casi una sustancia líquida debido a la cantidad de golpes que recibió en la cabeza. También presenta profundos cortes en su abdomen, pecho y espalda…- Con mi guante toqué superficialmente una de las heridas y ARI me mostró un cuchillo cocinero de 25 cms.- Probablemente las heridas fueron hechas por un cuchillo de cocina.


  Me puse de pié, a mi lado se encontraba Katy anotando los detalles en una libreta. Comencé a observar a mí alrededor, nos encontrábamos en un parque estatal donde las parejas suelen ir a entregarse cariño en aquel entorno romántico y tranquilo. Era ya cerca de la media noche y solo nosotros más un par de policías ocupábamos ese sector del parque. Caminé unos pocos pasos hasta que pude distinguir el rastro de unas pisadas gemelas que terminaban poco antes del cadáver.















-ARI comentario: huellas de zapatillas, una de las cuales pertenece a la víctima…- dije chequeando el calzado y comparándolo con el de la muchacha muerta.- El otro sin embargo no concuerda, posiblemente son las huellas del asesino… ¿o asesina? El número del calzado desconocido es 36, uno menos que el de la víctima.

  Pronto volví donde Katy, ella me esperaba de brazos cruzados. Hacía mucho frío aquella noche.

-¿Y bien?, ¿algo interesante?- me preguntó

-Hay unas pisadas solitarias correspondientes a dos personas… una de ellas es de Jamie, la víctima, las otras pisadas en cambio no concuerdan. Lo más probable es que sean del asesino… o bien asesina.

-¿Porqué lo dices?

-Ambos son números mas bien pequeños, de mujer… y si me pides que sea más específico de mujer adolescente. La posibilidad es esa o un niño de 11 años, no hay más opciones. ¿Quién vio a Jamie con vida por última vez?

-Sara Artwood, una adolescente amiga de Jamie… - contestó Katy revisando sus apuntes.- tenían una amistad muy estrecha… de hecho, la palabra amistad puedes considerarla un eufemismo… tenemos antecedentes de que era la pareja de Jamie.

-Comprendo, ¿ya la interrogaron?

-Unos oficiales fueron hace pocas horas a su apartamento, pero no encontraron a nadie… dejaron un citatorio.

-¿Qué?...- pregunté incrédulo.- ¿dejaron un citatorio a la única y principal sospechosa?, ¿porqué no fueron mas lejos y le dejaron dinero para los pasajes a Sudamérica?

-Norman… hace un rato todavía no era sospechosa y ni siquiera teníamos todos sus antecedentes. Ya es tarde, así que debió haber vuelto a casa… vamos por ella.

   Rápidamente nos trasladamos en una de las patrullas al apartamento de Sara, jamás había tenido una corazonada tan grande como en aquella ocasión. Los problemas en las relaciones amorosas de los adolescentes en ocasiones suelen terminar así de mal, tan mal como con los adultos. El cuchillo… no debía olvidarme del cuchillo, si no había nadie allí… o bien si ella se encontraba, pero negaba el crimen… debía ir a la cocina y fijarme si faltaba un cuchillo cocinero grande en el juego, o bien si había uno debía examinarlo cuidadosamente. Lamentablemente no fue necesario, llegamos al apartamento y nadie contestó a nuestros llamados, finalmente el conserje cooperó con nosotros y abrió la puerta con su llave.

   Llevaba alrededor de una hora muerta, con un par de minutos más puede ser. Se encontraba ahorcada, en medio de la sala. Sara había asesinado brutalmente a su novia Jamie en el parque y luego… en su apartamento se quitó la vida ahorcándose. Me dirigí a la cocina, y allí en el fregadero se encontraba un cuchillo cocinero enorme con restos de detergente, a medio lavar… sin duda Sara iba a borrar la evidencia, pero en algún punto la amargura o el arrepentimiento la superaron y cambió de opinión para luego sencillamente quitarse la vida. Todos permanecimos atónitos, quizás también pudo haber visto el citatorio dejado por los policías y al sentirse acorralada tomó esa drástica desición… quizás ella aún hubiese estado vida, quizás…



En fin, Caso cerrado.











Al menos eso era lo que creíamos…


  Al día siguiente vino la bomba. Era pasado el mediodía y el cielo se teñía gris. Un oficial me comunicó por teléfono una chica me buscaba, ¿su nombre? Sara Artwood. Me estaba esperando en la sala de entrevistas, era ella… la chica que anoche se había ahorcado, ¿pero cómo? Ahora estaba bien peinada, bien vestida, con sus mejillas rosadas y mirándome con curiosidad, ¿acaso se trataba de un fantasma? Todo comenzó a darme vueltas, empecé a sentirme muy mal, con náuseas, apenas y podía sostenerme en pié… me excusé un momento con Sara y como pude logré llegar al baño, allí no tenía más opción: Una dosis de Triptocaína logró aliviarme.






























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-Le conté todo lo sucedido, ¿sabes?... y el porqué de la citación en su apartamento. Sara se puso muy pálida y no paraba de decir que todo era un error, que ella y su novia Jamie habían almorzado juntas apenas hace una media hora atrás. Sin medir mayor consecuencia la llevé a ver su cuerpo… ¡tenía que creerme! Fuimos a la morgue y la hice ver su propio cadáver para que lo comprobara con sus propios ojos, y así aprovechaba yo también de comprobarlo con los míos… fue terrible, Sara no paraba de llorar, decía que no podía ser… que nada era real. Vio también el cuerpo malherido de su novia, Jamie. Optamos por llamarla también, y al cabo de 45 minutos llegó… y al igual que Sara, Jamie vio ambos cuerpos y no podía entender, ni creer absolutamente nada de lo que sucedía…

-Pero ¿qué era lo que sucedía?- me preguntó Katy con sus ojos desorbitados.

-No lo sé, Katy. Todos los análisis y peritajes determinaron que esos cadáveres correspondían a Sara y a Jamie, pero a la vez resultaba imposible… pues ambas se encontraban vivas, aterradas y en shock por lo que sucedía. Ahora solo sé que el caso pasó al estado mayor… unos fisicos tienen ya una teoría, extraña, pero teoría al fin.

-¿Y cual es?

-Aquel 16 de octubre…- le dije a Katy, acercándome con cuidado a ella.- Sara y Jamie discutieron, tuvieron una fuerte pelea. Y Sara, bueno….- hice una pausa, no sabía como continuar.

-¿Qué?, ¿qué fue lo que ocurrió, Norman?

-Sara admitió que aquel día estuvo a punto de asesinar a su novia, por un ataque de celos desproporcionado, sin embargo en realidad no lo hizo… en realidad, se contuvo y todo aquel día fue con sus amigos de compras y a divertirse. Pero…- en este punto tomé las manos de Katy y la miré directo a los ojos.- Pero… en otra realidad, ella sí asesinó a Jamie en el parque estatal, la citó para que se reunieran allí, y la golpeó hasta matarla… luego la acuchilló y desfiguró su rostro… posteriormente se ahorcó en su apartamento. Te lo estoy recordando porque eso también sucedió, Katy, acuérdate que ambos cadáveres están aún en la morgue. Los físicos dicen que este es el caso más tangible hasta la fecha que explica una realidad paralela… dicen que sucede muy a menudo, a cada minuto, a cada segundo en un universo paralelo yo puedo estar dedicándome a otra cosa… o tú puedes ser enfermera o profesora en una escuela, ¿comprendes? En el caso de Sara y Jamie… ocurrió lo impensado… hubo una brecha, una pequeña brecha entre nuestra realidad y la otra, es por ello que hay dos Saras y dos Jamies…

-Es una locura, Norman… es enfermo… ¡es imposible!- exclamó Katy cerrando sus ojos.

-Katy, cálmate…- le dije y me dirigí a mi archivero donde guardo las evidencias de los últimos casos.- Solo te pido que tengas una mente abierta. Observa esto… son los dos cuchillos…

  Katy palideció, por un momento creí que se desmayaría. Ante sus ojos y en unaos envases plásticos transparentes se encontraban ambos cuchillos, el que Sara ocupó para asesinar a Jamie, y el que Sara jamás dejó de ocupar solo en su cocina y que luego me entregó a causa de que se lo pedí especialmente.

-Un cuchillo es el que encontramos en el apartamento de Sara, está a medio lavar y tiene sangre seca, sangre correspondiente a su novia Jamie… y el otro, bueno… el otro es el mismo cuchillo, pero es el que nunca ocupó para acuchillar a Jamie, ¿lo entiendes verdad?

   Katy no pudo más, salió corriendo de mi oficina. Sara y Jamie se encuentran vivas, pero también ambas yacen en la morgue… muertas desde el 16 de octubre. Cuando la verdad parece ser demasiado increíble muchos no la toleramos y preferimos cerrar los ojos. Yo en cambio, prefiero ponerme los anteojos y continuar haciéndome preguntas, observando el hermoso panorama espacial.







ARI comentario: No está de más leer sobre física cuántica


NORMAN JAYDEN





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domingo, 29 de abril de 2012

Manos a la obra






















ARI comentario… esto no será nada lindo


Fue lo que me dije al llegar al singular pueblito rural donde un cadáver había provocado un accidente de tránsito en la principal carretera que le conectaba con los demás estados. Al llegar al escenario de los hechos me encontré con una oficial de la zona llamada Linda Wright, ella fue muy cortés y amable conmigo… por lo general nunca espero un buen trato, entendiendo que el FBI es bastante impopular hoy por hoy, ella me informó que las victimas del choque en la carretera ya habían sido trasladadas al centro hospitalario más cercano, ninguna víctima fatal de ese lado, por suerte. Continué avanzando hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo al que debía examinar, en el trayecto me encontré con Tom, un joven oficial con un sentido del humor bastante negro.




















Es un sujeto joven, con un alto CI... creo que es superdotado, por eso entró de forma temprana al FBI. Aunque yo creo que son otros los motivos, pero no me referiré a ello en esta oportunidad. A veces competimos a ver quien es más gracioso, pero hay veces en que se vuelve absolutamente irritable.

-Jayden… ¿como va todo?- me saludó al verme venir.

-Bien, ¿atrapaste ya a los malos?- le pregunté.

-Así es, todos presos.

-Perfecto, ¿resolviste el caso?

-Hace cinco minutos.

-Genial, ¿pagas tú la comida china de más tarde?

-Hey, no pidas milagros…

-Okey, entonces quítate de mi vista y tráeme un café.- le contesté mientras ajustaba en mis manos el guante de la Interfase que ocuparía.

-¿Capuccino u on the rocks?

-No existe el “on the rocks”, niño.- contesté y me dirigí finalmente al lugar donde aguardaba mi cadáver.

Me puse en cuclillas junto al cuerpo y me acomodé mis lentes, ahora sí estaba listo para una dosis más de la Interfaz de realidad alterna.





















-El cadáver presenta un avanzado estado de descomposición, diría que son ya de varias semanas… ARI comentario: me sorprende que no exista un insoportable mal olor, apenas un aroma desagradable, pero nada terrible.

-¿Qué es eso?- me preguntó de pronto Tom, quien me había acompañado hasta el cuerpo.

-¿Qué cosa?

-ARI, siempre dices ARI esto, ARI aquello, ¿qué diablos es eso?

-ARI es la abreviación de Interfaz de Realidad Alterna…- le contesté por encima de los anteojos.- Re-piola, ¿no?

Con mi guante inspeccioné en la boca del cadáver y hundí mi dedo hasta su garganta, al sacarlo comprobé un poco de su saliva, ARI detectó en la muestra un microorganismo parásito, como la peste, sin duda la mujer había muerto por una bacteria asesina… probablemente la misma peste. Comprobé sus huellas digitales y tal como lo sospechaba… no había registro de ella en el FBI, luego me incliné sobre su rostro.

-Veamos, mujer de unos ¿50 años?, quizás 49… contextura normal y estatura promedio. Viste un sweater de lana color gris, gris acero para ser más específico. Falda color café, y unas tenis color blanco…

-Qué pésimo sentido de la moda…- comentó Tom.

Giré mi cabeza y me quedé observándole por un instante.

-ARI comentario:… recordar que Tom es un idiota. Vamos, ve a preparar el café y no molestes, hazte útil.

El muchacho se fue sin siquiera rezongar y yo volví a lo mío.

-… debo deducir que la fallecida proviene de un nivel socio-cultural bajo, a causa de su forma de vestir y por su dentadura… nunca fue tratada debidamente, hay altos índices de sarro y caries.

En aquel momento me fijé en la larga cabellera de la mujer y en sus uñas, ambos evidenciaban un enorme crecimiento. ¿Podría haber significado algo?, es sabido que el cabello y las uñas siguen creciendo en un cadáver por un periodo de tiempo… y a juzgar por el evidente estado de descomposición diría que la mujer llevaba unos 2 o 3 meses muerta, algo no me cuadraba y lo comprobé de la peor forma. Por unos segundos creí que se trataba de una alucinación, pero no lo era… la mujer lentamente enderezó su cuello y comenzó a levantarse. Yo me quedé inmóvil y me quité los lentes creyendo que todo era una mala pasada de ARI o qué se yo, pero no… ella se estaba poniendo de pié.

Me levanté y retrocedí espantado, abrí mis brazos y les hice una señal de “tranquilos” a los policías y a Tom quien ya había desenfundado su arma. Nadie daba crédito a lo que estaba aconteciendo.

-¡Puto zombi!... puto zombi… puto zombi… puto zombi…. Puto zombi…- repetía una y otra vez Tom temblando como si estuviera enfermo.

Por mi parte me fijé en los ojos de la mujer en los cuales noté un brillo singular, eso finalmente me hizo reaccionar. Rompiendo el atontamiento del pánico que me invadía… me atreví a hacerle una pregunta.

-Señora… mi nombre es Norman Jayden, soy agente del FBI ¿está usted enferma? ¿Puede decirme cómo se llama?

El cadáver no habló, solo se quedó quieto… en pié. Me observaba con algo que podría describir como pena, es raro.

-Señora…- volví a insistir.- ¿Hay algo que quiera decirme?

En ese momento ella abrió su boca y dejó ver su lengua morada, casi negra. La bilis seca… amarillenta que rodaba la piel carcomida y putrefacta en la comisura de sus labios también fue un detalle inolvidable, luego dijo:

-Por… favor…… que…. m…. e…. dejen…. en… p…a..z……

Poco a poco el susto se nos fue pasando y fue reemplazado por el asombro. La mujer agachó su cabeza y con dificultad volvió a sentarse en el suelo. Nos fuimos acercando a ella como con curiosidad y respeto, pero aún en lo personal con una importante cuota de terror. Ella estaba allí, sentada…observando a su alrededor como una infante…viva, o al menos eso creíamos en ese momento. Al cabo de un rato llegó personal sanitario del FBI, con todo el barullo que eso conlleva, un despliegue de oficiales y de personal médico en escafandras… vociferando órdenes. Hasta yo tuve que declarar ante un oficial de rango superior y le conté la historia tal como lo he hecho ahora. Finalmente se llevaron a la mujer en una camilla hermética y forrada con un material aislante, tal como si se tratara de un ser extraterrestre.

-A poco no se siente como estar dentro de una película…- me dijo Tom, mientras observábamos como todo el contingente militar y médico se llevaba a la mujer.

-Ojala hubiera sido una película…- le contesté aún un poco aturdido por la serie de sucesos.

Posteriormente pude averiguar que había ocurrido, la mujer era Sheila Mingtha… tenía un origen haitiano. Allí precisamente había muerto hace casi cuatro años cuando dirigía un culto y estaba al mando de una pequeña localidad, por así decirlo. Haití es conocida mundialmente además de su pobreza por sus rituales vudú y su magia negra, casos donde se ha hecho “volver a la vida” a personas han sido certificados por algunas autoridades, pero que se han explicado con el uso de algunas drogas desconocidas. Bueno, Sheila fue “resucitada” dos meses después de haber muerto para ser consultada por la dirección que debía tomar su pueblo, y así fue con los siguientes dos años… una vez cada 365 días la hacían volver de la muerte para que hiciera designios y tomara decisiones. Hace pocos meses fue traída a los EEUU donde un enigmático culto vudú esperaba revivirla una vez más, sin embargo esa noche algo sucedió durante el traslado… la mujer logró huir del transporte en el que iba, su fantasmal visión en la carretera provocó un choque y uno de los automóviles la golpeó dejándola mas bien “dormida” hasta nuestra llegada.

Felizmente nuestros médicos no pudieron investigarla tanto como ellos querían, Sheila murió definitivamente el 4 de septiembre del año pasado y su estado de descomposición ha sido el regular, o sea esta vez ya no se detuvo.

Y es que los héroes de videojuegos, de esos donde se enfrentan a cadáveres vivientes difícilmente pueden sentir lo que es en verdad estar frente a frente a un zombi…y advertir en sus ojos un brillo de tristeza y súplica.






ARI comentario: la vida no deja de ser extraña.

Norman Jayden.









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