Por favor…
déjame en paz
Lárgate. Ocupa tu tiempo en otra cosa, y déjame solo otra vez.
-¿A qué
viene esa reacción?
A la lluvia…
afuera llueve y detesto la lluvia.
-La lluvia
pesada… ocurren tantas cosas cuando esta se deja caer, ¿te sientes muy mal, no
es así, Norman?, ¿hay algo que pueda hacer por ti?
Me conformo
tan solo con que en este momento… cierres la boca.
-No he
movido los labios en un solo momento.
Entonces
esfúmate, lárgate. He estado muy bien sin ti todo este tiempo… no quiero que
regreses.
-¿Que yo
regrese?... sí que te diste duro esta vez. Eres tú el que siempre vuelve por si
no te has dado cuenta. Tú eres el que vuelve una y otra vez.
Quizás
tengas razón… no lo había visto de esa manera. Gracias por ampliar mi espectro
de visión, ahora por favor… solo vete.
-Está bien,
me voy… pero antes déjame hablarte de una idea que he venido pensando. Es muy
interesante, creo que te va a encantar dadas las circunstancias…
No te
molestes, por favor lárgate.
-Si, lo
haré, pero pon atención a esta idea, de veras te va a encantar… te lo aseguro,
mira…
¡Largateeeee!,
¿Qué no entiendes que no te quiero escuchar?
-Sí que me
doy cuenta, pero ¿acaso crees que me importa?
…...........
-Ahora, deja
de llorar y pon atención ¿tu arma de servicio está al alcance de la mano
verdad?
Ya sabes que
sí.
-Y tienes el
cartucho lleno… ¿verdad?
Ya sabes que
sí.
-Asi es, ya
lo sé… pero me interesa que tú lo sepas también. Bueno, tengo planes para ti el
día de hoy. Créeme, sé que lo puedes hacer.
Jajaja… jaja…
¿Qué tienes planes para mí?
-Sí, ¿Qué es
tan gracioso?
Jajaja, solo
pensar que puedo servir para algo… tan solo mírame. No pierdas más tu tiempo ni
el mío… cualquier plan que tengas para mí, yo no soy el elegido. Punto.
-Es muy
simple. Cualquiera lo puede hacer… hasta un sucio pedazo de mugre podrida como
tú, créeme. Simplemente tomas el arma, la pones en tu sien y ¡bang! Adiós a
todos tus problemas. Te garantizo… que ya no regresarás más por aquí.
Jajajaja…
que absurdo es esto, te apuesto a que no puedo.
-Te apuesto
a que sí.
Jajajajaja,
vamos a ver… jajajaja.
Desperté en una camilla de hospital, lleno de
sondas y mangueras enchufadas a mis venas. Cuatro días demoró mi
desintoxicación por lo que dijeron los doctores. Esta vez la sobredosis casi me
mata.
De no haber
sido por Tom, yo no estaría vivo escribiendo esto. Entró a mi cuarto de hotel
donde nos hospedábamos y me encontró tirado en el suelo riéndome como un
desquiciado… me estaba apuntando a mí mismo con una pistola en la cabeza y
parecía llevar una extraña conversación con mi propio reflejo…. en un espejo.
Ari comentario: La droga me ha asesinado.
Norman Jayden
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